Si se observa la curva roja del gráfico, vemos que la trayectoria del tipo de cambio competitivo alcanza su punto máximo en el 2006 (indice de la izquierda) y luego, sistemáticamente, no para de caer y deteriorarse a medida que la curva azul que mide las variaciones % de IPC real (derecha), producto de una política monetaria expansiva y descontrolada del gobierno anterior, avanzó con creces y a tasas cada vez más altas.
Recperación del tipo de cambio y caía de los salarios. Mejor la macro pero no la Mirco.
Durante 2019 veremos un superávit comercial y de cuenta corriente que equilibre la Macro. Pero, mientras tanto, persiste el deterioro de los salarios, que tardarán más en recuperarse y crecer, para elevar la perfomance de la Micro y todos los sectores económicos.
No olvidemos que arrancamos con un IPC real del 3% en 2003, luego paso a un 6%, y a un 12% en 2005, y llegamos a un 20,1% en 2007 y tuvimos entre 2010 y 2013 en promedio de más del 20%, saltamos al 40% en 2014 y 2016. Por último el 2017 fue de 24,5% y finalmente el 2018 cerrará cercano al 48%.
La pregunta es si este tipo de cambio habrá alcanzado el punto de equilibrio, es decir, aquel dólar que equilibre la cuenta corriente. Y cuánto tardará en cerrarse este déficit insostenible, como el ocurrido durante el 2017, año que alcanzó los 30.000 millones de dólares, y casi un déficit de la balanza comercial de más de 15.000 millones, entre mercancias, fletes, servicios y turismo.