En el corazón de Lanús, Argentina, en la planta de TEA Keland, sometieron su Caja para golpe de puño a lo imposible.
En un mundo de productos que se rompen, hay uno que se niega a ceder. Te invitamos a imaginar el peor escenario posible de una caja para golpe de puño : llamas vivas envolviéndola, un peso insoportable pasándole por encima, y golpes directos que buscan su punto débil. La lógica dice que fallaría. Pero la ingeniería de TEA Keland tenía otros planes.
En el corazón de Lanús, Argentina, en la planta de TEA Keland, sometieron su Caja para golpe de puño a lo imposible.
La expusieron a un infierno de fuego , y su material con retardante de llama, libre de halógenos, resistió sin dejar rastro de humo tóxico.
Luego, la pusieron bajo las ruedas de un vehículo, y su diseño absorbió el peso sin una sola fisura.
Y como si fuera poco, la sometieron a impactos brutales, y el resultado fue siempre el mismo: resistencia total.
No es magia, es la promesa de una calidad que se pone a prueba para demostrar su valor.
Es momento que el mercado argentino y los instaladores electricistas profesionales dejen de conformarse con productos que fallan cuando más los necesitás. Elegí un producto que ha demostrado que la excelencia no es negociable. Con más de 75 años en el mercado, en TEA Keland no es solo lo que hacen, es lo que son.
TEA Keland, sinónimo de calidad, honestidad y seguridad en productos eléctricos desde 1947.
