No es necesario poner en duda la importancia de lograr una Ley de Seguridad Eléctrica a nivel nacional. Tampoco faltan ejemplos de intentos fallidos y casos de éxito, en los cuales, luego de lograrse su aprobación, fueran vetadas por las autoridades políticas de turno.
La Ley de Seguridad Eléctrica de la Provincia de Buenos Aires
No es necesario poner en duda la importancia de lograr una Ley de Seguridad Eléctrica a nivel nacional. Tampoco faltan ejemplos de intentos fallidos y casos de éxito, en los cuales, luego de lograrse su aprobación, fueran vetadas por las autoridades políticas de turno.
Un ejemplo de ello es lo aprobado por unanimidad en el Concejo Deliberante de San Nicolás, y luego vetado por el propio intendente.Otro ejemplo reciente es la ley aprobada en la provincia de Córdoba el 17 junio de 2015, vigente para las nuevas instalaciones, pero en suspenso en su aplicación para las viejas instalaciones y luminarias de vía pública.
Al analizar el porqué de los fracasos, hay un patrón común que los vincula, siempre relacionado a presiones de sectores excluidos al momento de su desarrollo, en el cual la ley en cuestión, atenta contra intereses económicos determinados o incumbencias profesionales de colegios de arquitectos, técnicos y de ingenieros.
Cabe la pregunta: ¿Por qué si hacés siempre lo mismo esperás un resultado distinto?
Sin duda alguna, si estas importantes patas no se encuentran sosteniendo la mesa, podremos tener una o más versiones de leyes a lo largo del país, pero nunca una buena que garantice la Seguridad Eléctrica.
Es fundamental una importante normativa que regule el ejercicio profesional y la Seguridad Eléctrica en todos sus aspectos, pero al analizar la apresurada difusión que se está haciendo de la reciente presentación en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, se lo percibe más como un hecho político, y menos como el verdadero objetivo que se desearía lograr con esta nueva Ley.
Un hecho publicitario más, comparable a las reiteradas inauguraciones de hospitales a las que nos tienen acostumbrados, que jamás se pondrá en marcha, ya que no fueron diseñados para la solución del problema, y sí, para el aprovechamiento político.
También salta a la vista el ocultamiento de los orígenes de la Ley, antecedentes de presentaciones anteriores y autores originales del proyecto.
Este proyecto de ley nació en el seno de AEEPBA, con la participación de profesionales de la Asociación, y miembros (no oficiales de) UTN, Colegio de Técnicos y Colegio de Ingenieros de la ciudad de La Plata y también utiliza el 80% del texto del proyecto de Ley original redactado en su momento, y esto no se menciona.
Tampoco que ya fue presentado en tres ocasiones anteriores ante la legislatura de la provincia.
La primera de ellas, en 2012 por el senador provincial Mutaner en 2012, en 2014 por el diputado provincial Quinteros, y en 2019 por los técnicos Jorge Capurro y Carlos León, autoridades de AEEPBA.
Por último, si bien es deseable la sanción de una Ley de Seguridad Eléctrica, no da lo mismo cualquier Ley, ya que la misma debe ser clara para cumplir con su verdadero cometido. Y en este caso no queda en claro cual será la autoridad de aplicación, y esto es tan malo como que no haya Ley alguna.