Mientras que las innovaciones de la revolución industrial incorporaron muchas de las prácticas que hoy sabemos que influyen en el cambio climático, las innovaciones de la revolución digital brindan las respuestas que se necesitan para crear un mundo más sostenible. La dependencia de recursos finitos fue lo que creó el problema; la digitalización y los datos ofrecen la solución. Realmente vivimos en un mundo de datos.
Tres mitos sobre la sostenibilidad y las empresas
Tenemos frente a nosotros una gran oportunidad: para la economía, la salud de nuestras ciudades y nuestras empresas, y mucho más.
La revolución digital ayuda a hacer frente a muchos de los principales desafíos en materia de sostenibilidad, y permite poner fin a ciertos mitos de larga data relativos a la sostenibilidad y el crecimiento de las empresas.
Mito N° 1: El crecimiento de las empresas acarrea un costo ambiental
Es posible separar el crecimiento económico del impacto ambiental. Para ello, se deben adoptar modelos de negocios basados en una economía circular, que va más allá del enfoque tradicional de las 3 R –reducir, reciclar y reutilizar– para plantear otro más abarcador, el de las 5 R: reparar, reutilizar, renovar, refabricar y reciclar. Las empresas concebidas en torno a un modelo de economía circular generan nuevas oportunidades de aumentar su eficiencia y crecer. Un ejemplo perfecto es la automotriz europea Renault, cuyas piezas refabricadas ya incluyen bombas de inyección, cajas de cambio, inyectores y turbocompresores. Esas piezas son entre 30% y 50% menos costosas que las fabricadas de cero; el establecimiento no envía materiales a áreas de relleno sanitario; y el proceso emplea muchos menos recursos que la producción de artículos nuevos. 80% menos energía, 88% menos agua y 92% menos productos químicos.[1] En un modelo de economía circular, lo que en algún momento se consideraba desperdicio hoy se concibe como materia prima adicional.
La digitalización permite a muchas empresas lograr un modelo de economía circular mediante mejoras en la conexión y la comunicación con los clientes. Como beneficio asociado, se alcanzan niveles sin precedentes de trazabilidad integral de productos desde la incorporación de materia prima hasta el reciclado. Además, la digitalización posibilita la optimización de los procesos de fabricación basados en datos: el feedback y las alertas en tiempo real ayudan a reducir el desperdicio, recortar costos y aumentar los niveles de eficiencia. Y también mejora la eficiencia como resultado de los ciclos de uso más prolongados, lo que resulta posible gracias a los sistemas de monitoreo conectados basados en tecnología de IIoT. Finalmente, la digitalización impulsa el desarrollo de nuevos servicios innovadores, ofertas de actualización, programas de retiro de materiales y mucho más.
Mito N° 2: La gestión de datos sobre sostenibilidad sigue siendo muy costosa e insume demasiado tiempo
Hoy en día cualquier empresa puede aprovechar la tecnología para realizar tareas de seguimiento, elaboración de presentaciones y generación de informes sobre sostenibilidad. Las soluciones digitales actuales pueden transformar cantidades de datos en apariencia infinitas en información procesable y con sentido para impulsar iniciativas corporativas de sostenibilidad. Sin embargo, según un estudio reciente de Schneider Electric [en inglés], el 80% de las empresas recopila datos, pero solo el 55% dice tener los dispositivos y el software conectados necesarios para aprovechar las oportunidades de ahorro de energía y reducción de la huella de carbono con eficiencia. En el campo de la producción, la nueva generación de software empresarial es más sofisticada, y los dispositivos conectados, como los sensores, son más simples, pequeños y, al mismo tiempo, inteligentes. En la nube, los sistemas de análisis y las herramientas de aprendizaje automático interactúan para reducir la huella de carbono. Se contemplan desde las operaciones que atraviesan a la empresa completa hasta los procesos individuales.
El equipo de sostenibilidad de Schneider Electric trabajó con Whirlpool para definir secuencias de datos clave e implementar una plataforma de gestión de energía y sostenibilidad, EcoStruxure™ Resource Advisor, a fin de hacer un seguimiento del rendimiento en los establecimientos de la empresa de todo el mundo y evaluarlo. Ahora Whirlpool está en condiciones de convertir las iniciativas de sostenibilidad en valor de negocio tangible. Por ejemplo, al entender que solo en las plantas de Ohio generaban 20 millones de libras de desperdicio de cartón corrugado, puede anticipar un ahorro de más de 1 millón de dólares en los próximos tres años; solo en un estado de una región.
Mediante la implementación de tecnología inteligente y conectada, además de recopilar y gestionar datos sobre sostenibilidad de manera eficiente, las empresas pueden mejorar considerablemente sus niveles de sostenibilidad.
Mito N° 3: La sostenibilidad sirve para mejorar la reputación, pero no para que crezca la empresa
La sostenibilidad siempre ha sido una inversión. Pero esa inversión se relaciona tanto con el futuro de la empresa como con el del planeta. Eso se debe a que las tecnologías que hacen que una empresa sea más sostenible son las mismas que la vuelven más eficiente en sus operaciones, más productiva, más segura y más resiliente.
Según un informe publicado recientemente por Schneider Electric [en inglés], quienes toman las decisiones en las empresas han empezado a advertir retornos en tan solo doce meses desde la implementación de la nueva tecnología. De los encuestados, el 75% dijo que esperaba poder conectar de modo inteligente a las personas, los procesos y los datos a través de dispositivos y sensores en el curso de un año.[2]
¿La sostenibilidad corporativa se relaciona con la reputación?
Absolutamente. Pero hoy hay mucho más en juego. La sostenibilidad hace a las relaciones con los clientes, los proveedores, los accionistas, los inversores, la sociedad civil, los empleados y el mundo en general, y a la responsabilidad frente a ellos. Cuando se trata de sostenibilidad corporativa, las soluciones están allí. Ya contamos con las herramientas y ahora tenemos que hacer lo necesario para aprovechar las oportunidades que están frente a nosotros. No podemos conformarnos con tener un mundo saludable y sostenible. Debemos aspirar a crear economías conectadas sólidas y empresas pujantes y resilientes que estén preparadas para el futuro.