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El mantenimiento y las inspecciones visuales.

Técnicos de mantenimiento calificados recorren las instalaciones para identificar fallas estructurales, desgastes, grietas, fugas, corrosión y deformaciónes

La inspección visual es una de las intervenciones de mantenimiento más básicas y antiguas. Técnicos calificados recorren las instalaciones para identificar fallas estructurales, desgaste de la superficie, grietas, fugas, corrosión, deformación de soldaduras y otros miembros estructurales. El objetivo principal de la inspección visual es identificar los defectos que pueden impedir el rendimiento de un activo. Después de reconocer las fallas, los técnicos toman la iniciativa para corregirlas antes de que empeoren y provoquen daños a los activos o accidentes.

La inspección visual es una técnica aplicable en todas las industrias para monitorear soldaduras, sistemas de tuberías, recipientes a presión, maquinaria, edificios, válvulas, etc. Los expertos usan el ojo desnudo y años de experiencia para verificar si hay algún problema con un activo. También utilizan herramientas de inspección avanzadas como cámaras remotas y drones para mejorar la misión de detección de fallas. Esta técnica de mantenimiento es vital para reducir el costo total y el tiempo de mantenimiento. A pesar de la simplicidad, la inspección visual resulta relevante para el mantenimiento de rutina y de emergencia. He aquí por qué la inspección visual durará más que generaciones.

Cualquier organización, independientemente de su base de activos, siempre busca minimizar los costos de mantenimiento mientras mejora la disponibilidad y confiabilidad de los activos. Esta búsqueda ha hecho que la mayoría de las organizaciones abandonen los modelos de mantenimiento de ejecución hasta el fallo y adopten estrategias basadas en datos como el mantenimiento predictivo. En el nivel básico, el mantenimiento predictivo implica inspecciones visuales en las superficies de los aspectos críticos. En niveles avanzados, incluye la instalación de sensores y sistemas de red complejos.

Cuando los técnicos de mantenimiento realizan inspecciones de las instalaciones, pueden analizar la apariencia física de los activos y establecer si tienen debilidades subyacentes. Las fugas en una tubería podrían indicar un sello de válvula deteriorado, soldaduras corroídas, juntas desgastadas o tubería corroída. Una vez que los técnicos identifican las fallas, evalúan su gravedad y priorizan la corrección lo antes posible. A través de la inspección visual, las empresas identifican los defectos de los activos en una etapa temprana. Evita que las fallas se conviertan en daños irreparables al equipo, minimiza el riesgo de seguridad y mejora el cumplimiento de las instalaciones con las normas legales.

La racionalización de los programas de mantenimiento modernos requiere la recopilación de grandes flujos de datos operativos de activos. Del mismo modo, para mejorar la precisión y la velocidad de la inspección, las empresas invierten en herramientas tecnológicamente avanzadas. Los técnicos a menudo tienen una amplia gama de piezas o áreas extensas para inspeccionar. La inspección de instalaciones complejas requiere varios días para concluir. Las organizaciones equipan continuamente a los técnicos con herramientas de asistencia para mejorar los procesos de inspección.

Hay una gran inversión en cámaras de inspección remota de alta calidad, robots autónomos y drones. Estas utilidades brindan a los técnicos acceso a lugares de difícil acceso, espacios peligrosos y componentes internos de maquinaria. Recopilan y almacenan cantidades masivas de datos, mostrándolos en pantallas portátiles. Los equipos de mantenimiento evalúan las imágenes gráficas para verificar si un activo está en perfectas condiciones de funcionamiento. Estas tecnologías reducen significativamente el tiempo total de inspección, lo que indica un tiempo de respuesta de mantenimiento más corto.

Las organizaciones utilizan la automatización para mejorar la calidad y la consistencia de los procesos y productos. El objetivo es minimizar la intervención humana y mejorar la precisión de las instalaciones de alto impacto, como las plantas de energía nuclear, que contienen activos costosos y sensibles. El mantenimiento de tales instalaciones exige una precisión nítida. Las estrategias de inspección para estas operaciones deben ser de primer nivel.

Los técnicos realizan inspecciones visuales en una muestra de productos finales para evaluar su calidad. La calidad del acabado es suficiente para indicar si el proceso de producción es fluido o tiene fallas que causan cuellos de botella en la producción. Los técnicos confían en gran medida en las herramientas de inspección visual digital en combinación con sensores de monitoreo de condición. Optimizan los programas de inspección y mejoran las estrategias de mantenimiento predictivo. De esa manera, aseguran la disponibilidad óptima de los activos críticos.

La capacitación de los empleados garantiza la correcta utilización y cuidado de los diversos activos dentro de una instalación. La capacitación es un proceso integral que implica identificar las brechas de habilidades y adaptar las sesiones de capacitación para abordarlas. Los operadores y técnicos interactúan con los activos a diario. Comprenden su comportamiento en diferentes condiciones de funcionamiento. Si bien la inspección visual parece simple, los empleados se saltan algunos componentes. En otros casos, los técnicos realizan inspecciones exhaustivas pero no logran extraer información valiosa de mantenimiento de los datos de campo. Deja al departamento de mantenimiento con datos escasos o inapropiados para la planificación del mantenimiento.

Para mejorar las habilidades de sus empleados, las empresas utilizan registros de inspección anteriores para desarrollar módulos de capacitación para técnicos y operadores. Las empresas crean modelos computarizados de eventos de inspección visual para crear clips de realidad virtual y aumentada para futuras referencias. Utilizan estos recursos digitales para capacitar a empleados nuevos y existentes. Por ejemplo, los operadores toman conciencia de los componentes que deben inspeccionar antes, durante y después de la operación de un activo. Los técnicos, por otro lado, aprenden a interpretar los defectos. Con estas técnicas de formación, las empresas pueden llegar a varios empleados a través de dispositivos móviles. La capacitación utilizando datos de campo y eventos mejora su comprensión de la operación y el mantenimiento de los activos.

Resumiendo

La inspección visual ha sobrevivido a la prueba del tiempo y está avanzando con la tecnología que brinda a los profesionales de mantenimiento acceso a herramientas digitales. La incorporación de inspecciones visuales a los programas de mantenimiento de rutina ayuda a las empresas a controlar los costos operativos y extender la vida útil de los activos críticos. Las empresas pueden fortalecer sus estrategias de inspección visual proporcionando pautas claras para identificar, rectificar y registrar fallas en los activos físicos.

Autor: Bryan Christiansen, fundador y director ejecutivo de Limble CMMS.

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