Informe Construya N° 403 - Mayo 2024
Las cifras sectoriales confirmaron lo que sabían todos los actores de la cadena de valor de la construcción. Desde diciembre de 2023 y hasta marzo de 2024 se registró una fortísima contracción de la actividad, similar en magnitud a la verificada entre finales de 2001 y comienzos de 2002. En esta oportunidad, y como ya lo venimos destacando en sucesivos Informes, producto de la combinación de tres factores principales: menor demanda de obra privada, desplome de la demanda de obras públicas y ajuste de existencias a lo largo de la cadena de valor. Ahora bien, considerando que la inversión en construcción privada es la más importante en nuestro país, y que dentro de ella, la inversión residencial es la principal tipología de obra, es importante destacar la recuperación sostenida que viene mostrando el mercado inmobiliario, aún en un escenario de mantenimiento del cepo cambiario, ya que es el eslabón que normalmente envía las señales al resto de la cadena de valor de la construcción y que en el contexto de elevada y creciente inestabilidad macroeconómica de los últimos años había dejado de funcionar. En igual sentido, debe señalarse la incipiente reactivación de la oferta de líneas de crédito hipotecario, luego de seis años de parálisis.
En línea con lo anticipado por el Índice Construya a comienzos de abril pasado, en enero-marzo de 2024 el Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC) corregido por estacionalidad, que mide los despachos al mercado interno de los insumos más importantes, experimentó una fortísima contracción de 14,2% mensual, acumulando bajas de 32,9% con relación a noviembre y de 39,5% con respecto a junio de 2023, el mejor mes del último año. Por su parte, la serie original mostró una baja de 42,2% interanual, ubicando los despachos de insumos del primer trimestre del año 30,3% por debajo de los registrados en enero-marzo de 2023.
Por su parte, la actividad de la construcción registró un descenso de 18,1% anual en el primer bimestre de 2024 (producto de caídas similares en enero y febrero), manteniéndose como el sector con peor desempeño de la economía argentina, la que entre iguales lapsos de tiempo se contrajo 3,6%.
Cuando se desagrega el ISAC por grupos de insumos, surge que entre febrero y marzo del corriente año los únicos que se recuperaron parcialmente fueron los despachos de asfalto y de pinturas para construcción. En el primer caso y partiendo de niveles mínimos, la suba fue de 17,6% mensual corregida por estacionalidad. En el segundo caso, las entregas resultaron 2,4% mayores. En tanto, del otro lado de la línea se mantuvieron los restantes once grupos de insumos: pisos y revestimientos cerámicos (-7,3%), agregado ‘vidrio plano para construcción, tubos sin costura y grifería’ (-10,5%), cemento (-12,2%), cales (-13,8%), yeso (-15,7%), ladrillos huecos (-16,5%), mosaicos graníticos y calcáreos (-18,0%), hierro redondo y acero para construcción (-22,0%), artículos sanitarios de cerámica (-22,4%), hormigón elaborado (-23,7%) y placas de yeso (-36,8%).
En la comparación interanual se observaron bajas en las entregas de todos los insumos que mide el ISAC. Las pinturas para construcción fueron las menos afectadas, registrando una caída de 24,0% anual. En tanto, los despachos de asfalto continuaron liderando el proceso contractivo (-69,2% anual). Y entre ambos se ubicaron los envíos al mercado del agregado ‘vidrio plano para construcción, tubos sin costura y grifería’ (-32,8%), artículos sanitarios de cerámica (-37,7%), pisos y revestimientos cerámicos (-38,2%), cemento en bolsa (-40,1%), cales (-40,5%), mosaicos graníticos y calcáreos (-41,6%), ladrillos huecos (-43,7%), hormigón elaborado (-46,1%), cemento a granel (-46,3%), yeso (-46,6%), placas de yeso (-53,8%) y hierro redondo y acero para construcción (-54,3%).
Y al extender el período de análisis al cuatrimestre diciembre ’23-marzo ’24 (nuevo gobierno), las caídas interanuales de los despachos de insumos fueron: pinturas para construcción (-9,5%), pisos y revestimientos cerámicos (-17,4%), artículos sanitarios de cerámica (-17,4%), cales (-19,6%), ladrillos huecos (-21,5%), agregado ‘vidrio plano para construcción, tubos sin costura y grifería’ (-21,8%), cemento en bolsa (-22,3%), placas de yeso (-23,0%), mosaicos graníticos y calcáreos (-27,9%), cemento a granel (-29,8%), yeso (-33,9%), hormigón elaborado (-33,9%), hierro redondo y acero para construcción (-38,7%) y asfalto (-62,8%).
En tanto, cabe señalar que en abril el Índice Construya (IC), que refiere la evolución de los despachos de las empresas de grupo homónimo para obras residenciales, la principal tipología de obra en nuestro país, experimentó un rebote de 6,43% mensual desestacionalizado, con lo cual recuperó de manera parcial la fuerte baja del mes previo. Si bien fue la segunda suba mensual en lo que va del año (la otra se verificó en febrero), todavía no se puede afirmar que lo peor quedó atrás.
En este sentido, en el cuarto mes del año los despachos de cemento Portland, que es uno de los termómetros más importantes para medir el ritmo de la actividad de la construcción, se mantuvieron en un nivel históricamente muy bajo para el mes, al igual que en los cuatro meses previos. En abril se enviaron a plaza 660,9 mil toneladas (-35,7% interanual), cantidad que ocupó el puesto Nº 18 entre los últimos cuarenta y cuatro abriles. En marzo ocurrió lo mismo (18º), en tanto que en febrero ocuparon el 17º, en enero, el 14º, y en diciembre del año pasado, el 11º. Asimismo, cabe destacar que en los últimos meses las entregas de cemento en bolsa fueron nuevamente las que pasaron a caer más rápido que los despachos a granel.
Y en lo que respecta al nivel de ocupación formal en la construcción, que es un buen termómetro del ritmo de actividad en las obras medianas-grandes privadas y públicas, en febrero se ubicó en 360,2 mil puestos, lo que significó una baja de 2,9% mensual y una caída de 16,4% interanual. Con estos guarismos, desde el pico alcanzado en mayo del año pasado, la pérdida de puestos de trabajo formales en el sector ascendió a 86,8 mil (-19,4%).
Hacia adelante, las perspectivas a corto plazo de los constructores de obras públicas mostraron una mejora en relación a las mediciones previas, en tanto que las de los constructores de obras privadas lo hicieron de manera marginal. Entre los que realizan obras públicas, 64,4% consideró que su actividad caerá en el trimestre abril-junio de 2024 (-8,6 puntos porcentuales con relación a la medición anterior), mientras que 29,7% opinó que su actividad se mantendrá en el nivel actual (+4,7 pp) y 5,9% que subirá (+3,9 pp). Entre los constructores de obras privadas, 53,3% consideró que mantendrá su actividad sin cambios (-0,3 pp), 39,0% que la misma descenderá (-0,1 pp) y 7,7% que subirá (+0,4 pp).
Por su parte, la serie de superficie autorizada a construir obras privadas en 176 municipios sumó 1,873 millones de metros cuadrados en el primer bimestre del año, lo que arrojó una baja de 5,2% interanual (-102,4 mil metros cuadrados). La mitad del área aprobada se concentró en catorce municipios pertenecientes a ocho jurisdicciones. Entre ellos, nueve municipios autorizaron una superficie mayor que en enero-febrero de 2023, y los otros cinco un área menor. Los cuatro más importantes fueron CABA (290,7 mil m2; +2,8% anual), Escobar (103,2 mil m2; +5,6% anual), Tigre (78,6 mil m2; -26,3% anual) y Rosario (70,2 mil m2; -38,8% anual). En tanto, los municipios con mayor crecimiento interanual en términos absolutos fueron Vicente López (+52,1 mil m2), Luján de Cuyo (+41,1 mil m2) y Santiago del Estero (+33,7 mil m2). En el otro extremo, los que tuvieron las mayores caídas absolutas en términos anuales fueron Rosario (-44,4 mil m2), Lanús (-37,1 mil m2), La Plata (-30,96 mil m2) y Tigre (-28,1 mil m2).
Finalmente, es importante destacar la recuperación sostenida que viene mostrando el mercado inmobiliario, aún en un escenario de mantenimiento del cepo cambiario, ya que es el eslabón que normalmente envía las señales al resto de la cadena de valor de la construcción y que en el contexto de elevada y creciente inestabilidad macroeconómica de los últimos años había dejado de funcionar.
La ciudad de Buenos Aires (CABA) y la provincia de Buenos Aires (PBA) son dos de las jurisdicciones más importantes del país y en las que los colegios públicos de escribanos dan a conocer las cifras de escrituras con mayor velocidad. Pues bien, en CABA se registraron 7.494 escrituras en enero-marzo de 2024, es decir 16,0% más que en igual trimestre de 2023. Además, fue el mejor primer trimestre desde 2013, dejando de lado los picos alcanzados en los inicios de 2017 y 2018, impulsados por la reaparición del crédito hipotecario (indexado). En tanto, en PBA el número de escrituras firmadas fue de 15.536 en tres meses, lo que representó una mejora de 5,4% interanual.
Fuente: Grupo Construya
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