Los analistas coinciden en que la economía todavía no tocó su piso y que el segundo trimestre será el tramo más difícil del 2024, tanto para la actividad como para el poder adquisitivo. Para el resto del año hay dudas sobre la posibilidad de un rebote en V porque los motores de crecimiento siguen sin definirse: los sectores ligados al consumo cerrarán el año en rojo, mientras que la inversión privada sigue sin aparecer.
Desde Fundación Capital estimaron en base a los datos adelantados de actividad económica del primer trimestre: "El PBI se habría contraído un 5,8% interanual, lo que en términos trimestrales implica un descenso del 3,6% frente al último cuarto del 2023". Como resultado, el PBI per cápita para el acumulado entre enero y marzo se halló en su nivel más bajo desde 2005, a lo que se suma el nivel de ingresos más bajo en 20 años, según sus cálculos.
"Los peores meses en materia de actividad serían marzo, abril y mayo, en un contexto de fuerte pérdida de poder adquisitivo todavía no compensada y un desplome de la inversión, frente a los menores gastos de capital y la falta de un horizonte despejado hacia delante", explicó en su último informe la consultora. En este sentido, proyectaron que el PBI toque piso durante ese periodo, exhibiendo una baja del 3,7% interanual y un 0,4% trimestral, desestacionalizado.
A pesar de que el equipo de Fundación Capital proyectó una ligera mejora de la actividad desde el tercer trimestre, aclararon que "la forma que tomará la recuperación difícilmente sea en forma de 'V' (con un rápido rebote), en un contexto donde no se perciben drivers claros de crecimiento. De hecho, a los salarios les costará ganarle a la inflación, la viabilidad sociopolítica del programa económico aún no es clara y la salida del cepo cambiario no será sencilla". Por lo tanto, estimaron una caída del PBI para 2024 del 3,1%, número que se eleva al 4,3% si no se tiene en cuenta el impulso del agro.
Fuente: BAE Negocios