Economía. Las distribuidoras de energía eléctrica del AMBA podrán cobrar recargos a usuarios que no adapten sus esquemas eléctricos al nuevo coeficiente del factor de potencia, una relación entre energía activa y reactiva que apunta a alcanzar un servicio más seguro y eficiente.
La medida para cobrar los recargos de manera progresiva entra en vigencia el 1° de octubre, según la Resolución 544/2024 del Ente Nacional Regulador de la Electricidad ( ENRE). Abarca a 702.478 usuarios de las dos distribuidoras de la zona (Edenor y Edesur).
Los recursos obtenidos con el cobro de esas multas conformarán un fondo fiduciario destinado a financiar el Programa de Medición Inteligente (PMI), con el que se busca reemplazar los medidores analógicos existentes (de lectura presencial) por otros de tecnología digital, lectura online y con un detalle de información que facilitará el ahorro de energía, al identificar distintos aspectos del consumo de un hogar o un edificio.
Para adecuarse al nuevo factor de potencia, los edificios y complejos habitaciones que no quieran ser objeto de las penalizaciones deberán instalar tableros capacitores eléctricos, con un valor variable según la cantidad de unidades con las que cuente el consorcio, pero que se estima en aproximadamente US$ 100 por departamento.
El ENRE especificó el cronograma para el cobro de los recargos, aunque la resolución indica que “podrán” demandarlo para quienes cuenten con un factor de potencia entre 0,85 (el mínimo vigente) y 0,95 (el nuevo piso establecido).
En base a relevamientos oficiales, la cantidad de usuarios de las dos distribuidoras (sumados de los de pequeñas, medianas y grandes demandas) que en la actualidad no cumplen con el coeficiente de 0,95 es de 969.739, de los cuales 702.478 están en el rango de 0,85 a 0,95, en tanto los 267.261 restantes ni siquiera llegan a 0,85.
En consecuencia, la medida del ENRE busca no solo equiparar la situación del AMBA con la de las principales ciudades del resto del país, sino hacer más eficiente el sistema eléctrico de la región más poblada y que más energía eléctrica consume en todo el territorio nacional.
No obstante, se estima que la adquisición e instalación de los nuevos tableros capacitores demandará desembolsos que la mayoría de los consorcios de propietarios estará en dificultades de afrontar, mucho más si se tiene en cuenta que no están incluidos en el listado de artefactos alcanzados por la recientemente anunciada línea de financiamiento para la compra de productos de alta eficiencia energética.
Desde el 1° de octubre, podrá cobrarse el 30% del valor total del recargo; a partir del 1° de mayo de 2025 se elevará al 60% y desde el 1° de diciembre del año próximo se pasará a cobrar el 100%.
El factor de potencia es un indicador que mide la eficiencia o aprovechamiento de nuestro sistema eléctrico, es decir, que mide la cantidad de energía que se utiliza. Sirve a la distribución de la energía eléctrica, para que no existan daños por sobrecarga o recalentamiento.
El factor de potencia establece la proporción entre la energía activa (medida en vatios, básicamente la de iluminación, algunos electrodomésticos y aparatos periféricos) y la reactiva (el magnetismo generado por motores, como los de un lavarropas, bomba de agua, ascensores, etc).
En el AMBA, desde la privatización de Segba en 1992, el factor de potencia es de 0,85, es decir que de cada 100 unidades de energía generadas, 85 son activas y 15 reactivas, pero en la mayoría de los países e incluso en el resto de la Argentina es de 0,95, lo que otorga mayor seguridad al sistema.
Como regla general, cuanto más cercano a 1 es el factor de potencia, el sistema eléctrico de un área determinada es más seguro y eficiente, con menos propensión al sobrecalentamiento de las instalaciones y menores riesgos de colapso ante picos de la demanda, como suele ocurrir en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano en los meses de verano.
Fuente: Bae Negocios
