El gran problema está con los obstáculos que generalmente ponen algunos colegios profesionales del país, que anteponen los intereses económicos a la seguridad eléctrica, aduciendo irrisorias cuestiones de incumbencias o capacidad profesional del sector instalador que, a nuestro criterio, está más preparado y concientizados que muchos profesionales con matrícula.
Recientemente estuvimos en Catamarca, donde hace cinco años se encuentra trabada la ley de seguridad eléctrica, bajo la absurda excusa de un error de redacción de su texto.
Muchas veces los que ponen las piedras son ex idóneos que consiguieron recibirse de ingenieros o técnicos.
En la ciudad de Salta se da otro caso de discriminación profesional, donde el ministerio de educación pretende modificar el marco curricular del instalador electricista en inmuebles, quitándoles la facultad de proyectar y tramitar documentación, restringiendo las funciones del instalador, que queda así subordinado a un profesional matriculado.
Es importante recordar que, el marco curricular del instalador original fue confeccionado por la Comisión Técnica del INET (Instituto Nacional de Educación Tecnológica) con la participación de notables representantes y entidades de todo el país.
Desde Electro Instalador invitamos a todos los colegas del país a defender el derecho de los instaladores de Salta y Catamarca.